Este nombre le fue dado en honor al monumento histórico boliviano, y acoge adolescentes de edades entre 12 y 14 años, con problemas de conducta, droga y marginación en general y alberga al rededor de 40 personas. Aqui son atendidos en un clima familiar por voluntarios italianos y bolivianos con una larga formación espiritual y pedagogica. Las dinámicas del centro después de la actividad escolástica están proyectadas hacia una enseñanza técnica. Algo fácil para realizarse, visto que la Comunidad dispone de una carpintería, un taller mecánico, un taller para el fierro, una carnicería y una huerta que anualmente, bajo la guía de un profesor en agronomía, es mantenido por los muchachos que han escogido este sector técnico.
Como se puede notar los muchachos, en base a la edad, son gradualmente guiado para poderse dedicar a las actividades que ellos mismos han escogido. Es importante aclarar que también los más grandes, como en este caso, tienen sus espacios para el juego y el deporte.